sábado, 9 de abril de 2016

Proceso Cognitivo de la Observación

OBSERVAR

    Saber observar es más que ver. Observar es el paso inicial de cualquier proceso mental, es  la puerta de entrada del mundo externo hacia nosotros mismos.

Observar es el resultado de una necesidad física, psíquica y espiritual ya que si no existiera interés o motivación, dejaríamos pasar el estímulo sin registrarlo. Según nuestro interés, observar genera  el registro de una experiencia a nivel consciente o inconsciente. La técnica para observar que proponemos permite regular la atención para observar de un modo predominantemente consciente..

Aprender a observar es el fundamento de una memoria sistémica no sujeta al capricho de quienes quieren estimularlos y es la base de la Memoria Palanca del desarrollo personal.

Tampoco al observar se debe dejar de lado el inconsciente. Por el contrario, se lo ubicará como aliado estratégico. Se ha comprobado que la claridad de los objetivos, el compromiso con la verdad y la concentración en los resultados son los factores de complementación entre la estructura consciente e inconsciente.

Por último, cuanto mayor sea nuestro conocimiento, mejor será el resultado. La persona que sabe, puede observar lo que nadie ve. Según Pasteur, “el azar favorece sólo a las mentes preparadas”, y  agregamos: que están dispuestas a aprovechar las oportunidades que les ofrece la vida para observar.
Aprendamos a observar.  Se trata de cultivar una actitud de asombro frente al milagro de la naturaleza utilizando correctamente la memoria.

Las fuentes para observar son infinitas, es todo lo que se nos presenta a lo largo de la jornada: una cita, un objeto, una carta, una idea. Flaubert decía que cualquier cosa observada detenidamente se vuelve maravillosa. Una vez enfrentados al objeto, lo importante es aprender a preguntar: su historia, su proceso de fabricación, la materia prima que lo constituye, etc.

Para que los objetos percibidos perduren en nuestra memoria, hay que observar con los dos hemisferios cerebrales. El cerebro puede observar las emociones a través del hemisferio derecho y los conceptos abstractos a través del izquierdo.

Si al observar ingresamos sólo los datos emocionales o, por el contrario, únicamente las abstracciones, disminuirá la calidad de la recepción y quedará mal registrada en la memoria.
El estado mental óptimo para observar se logra mediante técnicas de relajación y concentración.
Es importante resaltar que el proceso cognitivo de la observación se hace mediante todos los sentidos.

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