¡SI CAEMOS, NOS LEVANTAMOS!
Estudiar es genial, mientras nos va bien; pero, cuando no es así, decaemos y aquí comienzan los problemas, lo normal es querer encontrar la solución; no obstante, no nos detenemos a pensar cuál es el origen del mismo, por lo tanto en estas situaciones lo mejor es analizar nuestro ambiente y conocernos a nosotros mismos para así poder identificar nuestras deficiencias.
Si analizamos el contexto podemos encontrar factores como el memorismo o el copismo y por otro lado las deficiencias del hogar o los educadores mal preparados.
En otras ocasiones podemos encontrar dificultades como la baja concentración, las deficiencias verbales, la impulsividad, el no reconocer que existen otras perspectivas y otras formas de hacer las tareas.
Para evitar esto, debemos dejar de seguir ciertos patrones de comportamiento como lo es la desorganización, el realizar las tareas a última hora o la inconstancia en el estudio.
Recuerda que todo aquello que nos causa satisfacciones requiere sacrificios, practicando los hábitos de estudio y organizando tus propiedades, lograrás modificar aquel problema que te aqueja.
Excelentes tus entradas Ana
ResponderBorrarBelkis
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